No siempre vas a estar al cien…
Habrá momentos en los cuales no tendrás motivación, ni ganas de continuar.
Esas emociones no son positivas ni son negativas…
Pero si se dejan sin atender puede volverse un problema…
Es importante aceptarlas y abordarlas con brazos abiertos, realizando que es un mensaje que tu mente y cuerpo te quieren dar.
Ahora bien, cómo exactamente abarques aquellas emociones queda a tu criterio.
Sin embargo, decidas lo que decidas nunca desistas, desistir nunca es la respuesta, pero esto no significa que debes continuar igual y haciendo lo mismo…
Por el contrario, aquel es el instante preciso para hacer un cambio ya sea eliminando o añadiendo alguna nueva actividad a tu día a día.
Muchas veces obviamos la gran capacidad de cambio que tenemos sobre nuestras vidas.
Algo tan simple como decidir correr o nadar todos los días antes o después del trabajo o de las tareas diurnas… Tiene la capacidad de hacer un cambio drástico en cómo ves y percibes tu día.
De pronto adquiriste otros hábitos gracias a ese cambio, te facilita continuar adelante y un sentimiento de mayor control sobre tu ánimo y estado.
Es importante recalcar que la motivación y ganas van y vienen, el cambio es un buen impulso y redirección pero lo que verdaderamente te mantendrá en curso es tu tenacidad por seguir adelante cada día, día tras día sin falla, realizando que lo verdaderamente importante, lo que te llena y te hace sentir feliz, es el camino; la travesía hacia tu destino.
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