Cuando pensamos en seguridad, la idea, imagen o pensamiento tiende a ser positivo.
Es natural inclinarse hacia la búsqueda de la seguridad.
Sin embargo, hay un punto específico donde la seguridad es más nociva de lo que aparenta.
No sentirse seguro es una emoción compleja e introduce un estado de supervivencia el cual induce grandes niveles de estrés y ansiedad.
Se asume que este sentimiento de estrés y ansiedad se resuelve obteniendo seguridad, pero la realidad es que puede aliviarlo por un momento…
A largo plazo la seguridad específicamente en el ámbito personal te dejará estancado y posiblemente con un mayor sentimiento de estrés que no sabes exactamente de donde o porque está surgiendo. Además de ser una gran limitante para el progreso y desarrollo.
Me explico, para sentirnos agustos con uno mismo, progresar y desarrollarse en cualquier ámbito o habilidad se requiere de cambios, de accion, de dedicación, de tomar riesgos, de hacer el ridículo, de fallar, de sentirse incómodo, de hacer lo que no quieres hacer.
En el estado de seguridad nunca podrás poner en marcha lo antes mencionado porque crearas un burbuja mental donde nada puede salir ni entras…
Lo irónico es que esta burbuja no es para nada segura, por el contrario, te pone en un estado vulnerable y de gran desventaja, debido a la percepción que estás en una esfera blindada pero que en realidad es tan frágil que un simple imprevisto o problema puede hacer que se desmorone todo aquel sentimiento de seguridad.
Para el desarrollo, no se requiere de una esfera blindada, por el contrario, es preciso exponerse, tomar riesgos y dejar entrar nueva información para reemplazar la desactualizada.
Por tal razón, si estás buscando llegar a un nivel excepcional, cual sea el ámbito, romper y salir de aquella burbuja de seguridad es uno de los mayores avances que puedes hacer para acercarte e incrementar las posibilidades de llegar a tu potencial.
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