¿Te has visto perdiendo o evitando oportunidades?
¿Sabes que tuviste que actuar pero no lo hiciste?
Luego en la introspección te castigas dándole cabeza.
Imaginas los cambios que pudieron haber ocurrido en tu vida…
Imaginas el sentimiento de estar vivo porque no temes a arriesgarte; porque aprovechas al máximo lo que la vida te estaba ofreciendo.
Pero luego te das cuenta que sigues en el mismo sitio, el mismo camino, sin ningún cambio; nada que prenda la chispa de la emoción en tu vida. Y te adentras en el limbo de la autocompasión y victimismo.
Estado anímico en el cual cada opción, cada oportunidad se vislumbra lejana y limitada.
Sin embargo, salir de ese limbo no es tan complicado como parece…
La solución oscila en el auto-conocimiento, pues el conocerse a uno mismo te permite identificar cuáles son tus ventajas, además de desapegarte de las deficiencias…
La mayoría de las oportunidades se pierden por no aprovechar al máximo las ventajas que tenemos.
Simplemente porque no hemos invertido el tiempo suficiente en nuestro conocimiento propio como para saber que la misma es una ventaja que podrías emplear para concretar XY oportunidad.
En fin, enfócate siempre en maximizar tus ventajas y evita que tus deficiencias te detengan hacia el camino de tu potencial; con enfoque en el auto-conocimiento, la reflexión, el tiempo y la repetición empezarás a tomar cada oportunidad que te regala la vida con gran esmero y convicción.
