La retórica interna si se deja puede ser como un caballo salvaje, suelto, sin rumbo, ni dirección.
No es extraño porque cuando le permitimos protagonismo a esta retórica usualmente el resultado es emocional.
Igual que el caballo que lo que quiere es satisfacer su necesidad de libertad, la retórica interna te convence que la respuesta más razonable es aquella que te satisface.
Pero esta postura emocional actúa sin datos, ni hechos. Por tal razón, las emociones pueden ser una gran amenaza al momento de tomar decisiones.
Las emociones son notorias para nublar el juicio. Probablemente puedes cuantificar varias veces que has permitido que la retórica interior te guíe hacia una respuesta turbia y emocional.
Ser emocionalmente neutral para basar respuestas, decisiones y conclusiones, más en datos que en las emociones es una mejor postura.
Se puede llamar templanza o autocontrol, el ser emocionalmente neutral y buscar adoptar un comportamiento más lógico que te permite actuar mejor.
Hay varias formas de introducir un pensamiento más lógico y menos emocional, entre mis favoritas están:
- La lectura
- Aprender a programar
- El autoanálisis
La lectura especialmente libros de autoayuda ofrecen muy útiles directrices para el desbloqueo de trabas emocionales.
Por otro lado, aprender a programar te introduce al pensamiento lógico de manera directa. Hasta aprender lo básico puede ser de gran beneficio.
Y el autoanálisis, que sin duda nos permite hacer una introspección de cómo y dónde podríamos estar mejorando.
Aparte de tomar mejores decisiones, introducir el pensamiento lógico menos emocional, te permite ser más impecable contigo mismo, los demás y evitar problemas innecesarios.
Detén la retórica interna del caballo salvaje que sigue tomando decisiones por ti y toma finalmente tú las riendas de tus decisiones.
